Son los ventiladores. Están obstruidos con polvo y otros residuos por los años de uso. Los portátiles no son herméticos y toman bastante aire a lo largo de su vida útil (necesitan empujar el aire hacia los componentes centrales como la CPU/GPU para refrigerarlos). Las unidades deben abrirse y limpiarse periódicamente (dependiendo del entorno) para mantener el máximo rendimiento operativo. Unas velocidades elevadas de los ventiladores y una mala disipación térmica son señales de que los ventiladores no están haciendo su trabajo (es probable que estén obstruidos con polvo y que el tubo de escape también esté bloqueado, impidiendo la salida del aire caliente expulsado de las unidades de procesamiento). Los ventiladores de los ordenadores funcionan empujando el aire que toman del entorno hacia la CPU/GPU. El aire caliente expulsado de los chips se mueve a través de las rejillas de ventilación de la parte trasera de la unidad. Con el tiempo, el polvo se deposita en los ventiladores, disminuyendo su eficacia, y en las rejillas de ventilación, impidiendo que el aire caliente salga. Esto hace que los componentes se calienten y se produzca el pico de temperatura.
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No hay temperaturas de funcionamiento "normales" para los portátiles de Apple, pero hay un gradiente aceptable. 82 grados centígrados es un límite. El umbral térmico de la CPU es de 105 grados Celsius (cuando se alcanza esa temperatura, el sistema se apaga para evitar daños térmicos).
Y sólo un apunte, independientemente de la localidad, todas las temperaturas deben indicarse en Celsius, nunca en Fahrenheit cuando se trata de componentes informáticos. La documentación oficial siempre se refiere a Celsius.