La respuesta corta y sencilla (suponiendo que tu iMac en particular pueda ejecutar la distribución de Linux elegida) es arrancar el instalador de Linux y dejar que instale/copie los archivos pertinentes en la unidad conectada. Para arrancar desde otras particiones que no sean el volumen de arranque de tu Mac, tendrás que mantener pulsada la tecla Option durante el arranque y selecciona el volumen desde el que arrancar.
Sin embargo, no te recomiendo que hagas esto ya que eres tan nuevo en entornos Linux/Unix.
En su lugar, utilice una VM como VirtualBox (v7 soporta Apple Silicon, ahora) y crear una máquina allí. Puede ejecutarlo en modo transparente que le dará una experiencia de escritorio completo sin tener que meterse con el arranque dual de su Mac. Si cometes un error, sólo se verá afectada la máquina virtual, no todo el sistema. Puede crear una carpeta compartida en cualquier lugar de su sistema (unidades internas, externas e incluso en red) y compartirla entre el host y la máquina virtual con bastante facilidad.